VINDICA TE TIBI
Siempre recurrimos a los clásicos por sus pensamientos. Algunos han marcado época y resultan, por tanto, actuales.
Así tenemos: Sapere aude o Atrévete a pensar. Frase atribuida al poeta Horacio (65 aec-8 eac). Entera es: «Quien ha empezado, ya ha hecho la mitad: atrévete a saber, empieza». Es citada sobre todo en la interpretación de Kant, que en 1784 la declaró el lema de la Ilustración: Atrévete a hacer uso de tu propio entendimiento. En la aplicación del método psicoanalítico es la primera norma y única que se da: Diga todo lo que le pase por la cabeza. Muy fácil de decir y la más difícil de practicar como nos indica la experiencia.
La otra cita también bien conocida es Gnoti seauton o Conócete a ti mismo. Inscrita en el umbral del templo Apolo de Delfos (Grecia). Se atribuye a muchos autores, entre otros a Sócrates (470 aec -399 aec). La espontaneidad al expresar lo que sientes y piensas permite hacer asociaciones y expandir la conciencia en nuestro trabajo psicoanalítico. Lo que conocemos como asociación libre, que no es la traducción exacta.
En cambio, la que presento hoy ya no es tan conocida: Vindica te tibi o reivindícate a ti mismo o reclámate a ti mismo. El autor es Séneca (4-65 e.c.), nacido en Córdoba (Andalucía). La frase pertenece a una de las 124 cartas escritas a Luci, tal vez gobernador, en el contexto del fin de la vida de Séneca: Preocupación por la Humanidad. Y en todo tratamiento nos conduce a un fortalecimiento del ego. Recordando lo que decía Freud: Concienciar el inconsciente o dónde estaba el ello, el ego debe llegar a ser. Y así mejorar la salud. De todo ello, es preciso recordar que Freud fue el que propició toda una nueva mirada sobre el ser humano desde la psicología de las profundidades por la libertad de expresarse.
Todo ello, básicamente, en pro de la identidad de la propia persona. Aspecto muy subjetivo, pero muy real, que permite la interrelación y la propia confianza. Un sentido de pertenencia. Por eso los dos aforismos primeros carecen de la búsqueda de la propia identidad. Y esa identidad se forma y construye con el entorno, sobre todo, la familia. No es la esencia de la persona. Un tema que se puede tratar desde muchos ángulos.
Sabemos la importancia del entorno a lo largo del embarazo como en el momento del nacimiento y más ahora con las aportaciones de Grof sobre las matrices perinatales. En el entorno entran muchas variantes o aspectos. Uno de ellos es la lengua materna. Dice un autor que «la pérdida de una lengua es perder una visión del mundo: una cosmología». Y entiendo que es cierto. Las lenguas deben cultivarse y defenderlas. Los diálogos culturales son enriquecedores. Entiendo que respetuosos con la diversidad de visiones del mundo que cada lengua muestra. Pero, aun así, nos encontramos con el “imperialismo lingüístico”. Y se entiende como un concepto político que se refiere a una forma de dominación cultural por parte de la lengua imperialista. Cuántos imperios han impuesto su lengua excluyendo cualquier otra. No hace falta hacer historia del pasado. Como dato sí conviene saber, según la UNESCO, que unas 6.000 lenguas se hablan en el mundo y más de 2.500 están en peligro. Y otros ya no están.
Por mi experiencia personal he vivido tres imperialismos lingüísticos excluyentes. El imperialismo árabe, francés y castellano. No es el momento de mostrarlo como tampoco demostrarlo de forma fehaciente.
Hay que informarse, de forma verdadera y fidedigna, de la realidad de nuestra lengua catalana en su historia y actualidad. Lo digo porque la pertenencia a una familia, a una tribu, a una tierra, a un Pueblo se hace mediante la lengua que tiene marcas sociogeográficas. Entiendo que todo esto a nivel cultural dialogante es de gran riqueza, pero cuando interviene la idea política de dominio, entonces se convierte en un campo de batalla que acaban perdiendo las minorías. Ciertamente, las formas de hacerlo son muy sutiles basándose en las leyes, el derecho y bajo el tribunal de justicia, como en Francia. La reforma de la Constitución francesa en relación con las lenguas minoritarias no es un camino de rosas todavía hoy en día. También ya conocemos la Constitución española en la valoración fáctica de las lenguas minoritarias en el Estado Español. No hace falta ir demasiado lejos para vivir lo que ocurre en nuestra casa. Y en Argelia con la gran dificultad de considerar al amazig o bereber como lengua del Pueblo, hablada por más de diez millones de personas.
Dicho esto, no busco un debate, sino una constatación fáctica, difícil de negar, y por eso cito la frase latina “Vindica te tibi o reivindica tu propia identidad” con tu propia lengua. Y es una atalaya que debería despolitizarse y permanecer en una realidad cultural. Cabe recordar que toda lengua materna tiene unas raíces muy emocionales y primarias a niveles de inconscientes familiares y colectivos. Y al mismo tiempo se mama toda una visión del mundo a través de los padres, la familia, la tribu, el Pueblo. Cómo podemos mostrarlo con las personas que pueden analizarse con su propia lengua. Y qué difícil es cuando existe una mente imperialista de dominación y en manos de la justicia, que nunca puede ser neutral. Y más cuando coloniza y domina.
Pero ahora, desgraciadamente, necesitamos hacer un gran esfuerzo más, como si no tuviéramos suficientes dificultades. Existe otro fuerte imperialismo desde 1945, más o menos. Se cuela e impregnó el mundo: el inglés. Pero no tanto como cultura, sino como koiné, una lengua general para la técnica y la administración. No una nueva cultura. Y un narcisismo enfermizo puede tomar como lengua la “koiné” para destacarse.
Y entonces trae una pobreza cultural puesto que se abandona la visión de la propia lengua que tiene valores. Pero se cae en el gran peligro, que tenemos encima y hay que combatirlo. ¿Cuál? Un nuevo paradigma, el tecnócrata, sin valores con su idioma, inglés, como instrumento técnico. ¿Y dónde queda la propia identidad, el propio pensamiento? Nos convertimos, si no se reacciona, en máquinas digitalizadas y dirigidas por chips. Y la ciencia ya ha llegado a introducirlos en el cerebro humano, como explican el neurocientífico Rafael Yuste y el ingeniero Darío Gil que alertan de la inminente llegada de dispositivos que conectarán el cerebro directamente con internet
¡¡¡No son bromas!!! VINDICA TE TIBI. Y es necesario desde la psicología profunda además del campo clínico social, que no lo ponen fácil los ámbitos oficiales, pasar al campo escolar, educativo y social para fortalecer el ego. Y la lengua tiene mucho que ver en ese fortalecimiento.
Jaume PATUEL PUIG (1935)
Pedapsicogogo