PERSONALIDADES TÓXICAS
A veces cabe la necesidad de pararse entre la multitud de la gente. Sí, entre esa misma multitud que camina agobiada y perdida en sus rutinas diarias. Imaginemos ese mismo grupo de individuos entre el bullicio y el tráfico de una ciudad cualquiera. Y de repente, nos surge una pregunta: ¿Quién somos realmente? ¿SENTIMOS que las personas que nos rodean nos comprenden o bien nos SENTIMOS perdidos? ¿Estamos solos y acompañados de una muchedumbre? ¿SENTIMOS que se nos trata justamente? La palabra clave es el SENTIR.
Es aquí donde radica lo que me he estado planteando y que me ha llevado a escribir la entrada en este blog. Después de varias vivencias y de un trabajo importante de introspección, he podido llegar a la conclusión de que, muchas veces, hay personas que establecen una toxicidad importante en nuestra línea vital. Son personas que pueden aparecer de pronto en cualquier ámbito: en un ámbito laboral, en un ámbito más relacional en modo de amistad, etc. Pero, ¿qué nos puede llegar a causar este tipo de vivencias al lado de personas de este estilo?
A lo largo del trabajo personal de introspección en el cual estoy inmersa he podido comprobar cómo este tipo de relaciones son lo más parecido a una infección bacteriana: se apoderan de tu sistema e intentan menguar todas aquellas cualidades positivas propias de tu identidad. Son personas inseguras, casi parasitarias, que se instauran a tu lado y disfrutan (consciente o inconscientemente) denigrando y devaluando a un ser humano. Porque eso es lo que somos TODOS: seres humanos.
Antes de ser hombres, mujeres, heterosexuales, homosexuales, bisexuales, empleados, jefes…somos HUMANOS. Bajo mi perspectiva, las etiquetas funcionan para asegurarte una definición a ti mismo/a, un confort propio; sin embargo, cabe la gran posibilidad de utilizarlas como recurso débil para estigmatizar. Y eso, es incompatible con la forma de actuar de cualquier persona mentalmente sana.
Ante todo, cualquier persona debe recordar las múltiples e incontables características que la hacen única y especial. Todos tenemos capacidades, habilidades y partes de nuestra psique que nos hacen únicos y especiales. Si algo estoy aprendiendo a lo largo de mi formación académica, de mi terapia personal y a lo largo de mis experiencias positivas y negativas es que el ser humano está formado de pequeñas partes: quizá algunas de esas pequeñas piezas del rompecabezas que conforman nuestra identidad nos gusten más que otras; incluso puede haber otras que nos pueden llegar a asustar. Es aquí donde el trabajo del psicoterapeuta es de vital importancia ya que si algo tengo seguro es que todas las personas deberían llevar a cabo una terapia como modo de autoconocerse: no hay nada más saludable que conocer todas esas piezas que conforman nuestro puzle mental.
Siempre habrá aspectos de nuestra personalidad que nos agraden y nos parezcan más atractivos que otros que incluso podamos llegar a repudiar de forma inconsciente; pese a ello, jamás debemos dejar que una de esas personas tóxicas y parasitarias entre en nuestras vidas y socave nuestra pulsión de vida.
Todos, a nuestro abstracto modo, somos maravillosos.
Rosa M Abdón Ferré
Criminóloga, estudiante de Psicología, estudiante de la ACPP pero ante todo, humana.